Mery Sananes (Caracas, 1942). Poeta. Licenciada en Letras, doctora en Ciencias Sociales y profesora titular de la Universidad Central de Venezuela. Es coordinadora de la Cátedra Pío Tamayo. Ha publicado los libros Palabra uno (1964), Tiempo de guerra (1968; 1974), Tierra de expedientes (1975), Walt Whitman, poeta de los tiempos que vendrán (1973), León Felipe: poeta de pólvora y barreno (1988), Ángel eternamente flor (1994) y La trampa-engaño de la cultura. Aproximación a Luis Mariano Rivera (2006).
Tiempo de guerra se publicó por primera vez en el año 1968. Posteriormente, en 1974, se publicó una segunda edición con un tiraje de 2.000 ejemplares. Para ese entonces, Mery Sananes contaba con 26 años y su poesía fue capaz de causar revuelo en esos «tiempos de guerra». El libro está dedicado a Argimiro Gabaldón, un poeta, pintor, militante del Partido Comunista de Venezuela y guerrillero venezolano que murió en 1964. Así, Tiempo de guerra (1974) no esconde su naturaleza combativa. Es un libro que habla del dolor y de los muertos «necesarios». Con este poemario, Mery Sananes denuncia y se hace palabra. Leer este libro hoy, en el año 2017, hace que algo cruja, que algo despierte. Las guerras se repiten y son tiempos diferentes. La apropiación del poema implica entender que la guerra siempre estuvo y que la poesía siempre estuvo y estará para denunciar y moldear el dolor.
⁂
Son estas en verdad
horas terribles
por todas las cosas
que no se perdonan
por todas las cosas
que hay que salvar
por todas las cosas
que son necesarias
en este tiempo de guerra
⁂
Quisiera un país
donde todo estuviera
ya resuelto
donde pudiera trabajar
sin conceder nada a cambio
donde pudiera hablar
sin temor al que escucha detrás
atento a la denuncia
donde pudiera amar y tener hijos
que vean el sol
donde los hijos de mis hijos
vean el sol
donde pueda levantarme por las mañanas
sin el peso de los rifles
donde pueda saber que mis amigos
están en resguardo a toda hora
donde pueda cantar en coro
canciones infantiles
levantar la tierra
levantar la casa
levantar al hombre
definitivamente
pero aquí
todo esto está por hacerse
todo esto y lo que viene antes
incendiar los montes
preparar los hombres
hacer esta guerra
larga y justa
⁂
Tiempo terrible el nuestro
por este estremecimiento
que nos viene de adentro
como un río que todo lo inunda
por el estremecimiento de esta ciudad
aterrada por los muertos
húmeda encerrada en su propia garganta
somos una misma cosa
nada se lleva esta lluvia de días
nada las colinas
un hombre muere
un hombre mata
la ciudad es una memoria
que estallidos repentinos
conmueven a ratos
⁂
Y cómo no aterrarse
si la violencia no acaba aquí
ni nunca
si siguen sonando disparos
si siguen los amigos presos
si siguen llegando cartas
si la tristeza lo vuelve
a uno este nudo inútil
cómo creer
si todo esto no es más
que un juego fácil
si hallas que los que están arriba
ya no quieren que sean
si de pronto te dicen
que la montaña no es
que el fusil no debe disparar
que el color de las colinas
no tiene sentido para alguien
que la poesía no sirve
que la palabra no suena
que otras cosas se dividen
se acusan se sentencian
en medio de toda esta pasividad
o comenzamos a revelar
secretos
o esto acaba aquí
definitivamente
⁂
se aferran a un sombrero
y yo sonrío como una manera de llorar
y hablamos de peligros y de cárceles
de los amigos que están lejos
de las horas de almuerzo
solas
porque siempre alguien está faltando
y de su arranque de ira del otro día
y del mío que me contuve
porque ya cambié suficiente
y él lo sabe
y dice que me ha perdido
como la madre
que ya no me conoce
de tanto querer conocerme de otra manera
y yo ya pertenezco a otras cosas
y otros nombres y otros lugares
y estoy aquí de paso
porque también duele esta ruptura
y la cara y la historia
y la suerte que no debe repetirse
a mi también tiene una manera particular
de dolerme todo esto
tu cara
padre
sin edad pero con tiempo
tu cara
madre
tus manos inquietas de no agarrar
tu mirada terrible de no ver
tu estremecimiento inútil
de los días de fiebre
que son casi todos
tu sombrero
padre
como algo móvil entre tus manos
tu mirada húmeda
tu corbata de no estar en parte alguna
tus vuelos de meses
para olvidar
mientras nosotros no olvidamos
la tristeza de todos
y yo que ya no pertenezco
que ya no soy de este tiempo de muros
que me construyo una cárcel
a mi modo
y una sangre para incendiarla
y un mundo de hierbas
y un fusil
porque es necesario
y una muerte
que es nuestra forma más digna de vivir
y esta revolución
construida desde antes
por construir aún
padre
madre
no fue una elección
fue una necesidad
fue este modo de morir
y este modo de vivir
no les pido perdón
pero los amo
en estos tiempos difíciles
utilizad vuestra fe para todos nosotros
~
Poemas extraídos de
Tiempo de guerra de Mery Sananes
Ediciones Desorden (1974).
Este ejemplar fue consultado gracias a
Creighton University y forma parte de la colección
de Elena Vera.
Gracias Oriette. Qué hermoso gesto de publicar unos poemas de Tiempo de guerra. Ciertamente el tiempo pasa pero siguen siendo terribles las horas y los días. Quisiera uno que la poesía, la palabra del hombre común, pudiera detener esa guerra continuada. Pero sólo alcanza a ser un grito desde el fondo de un pozo muy profundo, como decía León Felipe.
Sin embargo, no nos queda sino seguir afinando ese grito, seguir intentando ascender por las lisas paredes del pozo, a ver si algún día se hace canto.
Me conmueve mucho que con tu juventud y tu conciencia rescates un libro silenciado y olvidado en el tiempo. Si se quiere no he hecho otra cosa que seguir escribiendo ese expediente a la muerte, sin haber dejado jamás de seguir nutriendo una llama de esperanza, de porvenir, aún desde las honduras de este tiempo sin misericordia.
Gracias de nuevo, Oriette. Tu gesto significa mucho para mí.
Me gustaMe gusta
Excelente rescatar trabajos como este.
Sananes ha dejado una huella unica, magica e inigualable en todas las almas que ha tocado, en todos Los que la hemos leido .
Es una poesia vigente y trascendente, necesaria para sobrepasar la oscuridad humanitaria de estos tiempos
Mery mantiene una linea de pensamiento que rejuvenece el espiritu gota a gota. Es Un placer leer sus publicaciones en Facebook y en su blog Embusterias
Me gustaMe gusta
Sra mery a propósito de su libro acerca W. Witman. Le sugiero que lea un capitulo del libro El monstruo y sus entrañas de Vladimir A costa. Allí me encontré que Witman fue un racista empedernido contra indios y negros.
Me gustaMe gusta